JARDINES DEL PALACIO DE CRISTAL. OPORTO

Los míos ya saben que allá donde viajemos tenemos que dedicar algún tiempo a la visita de jardines. Esta vez tocó Oporto, y en esta ciudad tenía muchas ganas de visitar los del Palacio de Cristal. Este pequeño rincón de los jardines donde estuvo el antiguo Palacio de Cristal nos cautivó a pesar del mal tiempo.

Toda la visita la tuvimos que hacer bajo el paraguas, pero aún así, mereció la pena. Portugal en diciembre ...  es lo que tiene.

El Palacio y los jardines de Cristal de Oporto llevan funcionando desde el año 1860 y fueron diseñados por el paisajista alemán Emile David. Aunque ya no hay ningún palacio como tal dentro del parque, sí lo hubo antaño y fue el que dio nombre al conjunto.

Sobre el terreno donde se asentaba este palacio encontramos hoy el Pabellón Rosa Mota, un espacio multifuncional que acoge eventos culturales como la Feria del Libro de Oporto , exposiciones y ferias. Se trata de un curioso edificio, una enorme cúpula de estilo futurista que contrasta con el aire romántico de los jardines.

Posee bellos ejemplares de rododendros, camelias, araucarias, ginkgos y hayas, además de numerosas fuentes y estatuas alegóricas a las estaciones del año.

La avenida de los Tilos constituye el eje más importante del parque. En esta avenida se encuentran estratégicos miradores que proporcionan vistas panorámicas del río Duero y de la ciudad.

Están divididos en jardines temáticos ( de las plantas aromáticas, de las medicinas, de las Ciudades germinadas, de los sentimientos ) y tienen otra avenida de los Castaños de la India, el jardín de la Rosaleda y el Bosque. Por todos ellos campan tranquilamente pavos reales, patos y gaviotas.

 Lo malo del tiempo fue que no nos permitió contemplar las vistas de la desembocadura del Duero y sus puentes, de las que habíamos leído tanto.

¡Qué pequeños somos!

Para terminar, otras imágenes de  zonas ajardinadas en Oporto que llamaron mi atención como estos olivos en el tejado de un centro comercial, cerca de la Torre de los Clérigos. O también, esas fachadas de locales y tiendas adornadas con flores de tela o de plástico.

Tenemos que repetir la visita en primavera.