Con el confinamiento, hemos estado más de un mes sin ir al campo. Y con la lluvia que ha caído, nos costaba diferenciar la zona del huerto del resto. A algunas plantas nuevas les costaba sacar la cabeza por encima de la hierba. Me he perdido la floración de algunos bulbos y lirios pues cuando los dejé en marzo estaban a punto de abrir flores.
Está todo hecho un pequeño desastre, pero la naturaleza sigue su curso y no para por nada.
Las calas se agolpan en las plantas, tienen casi tanta flores como hojas, así que he decidido traerme algunas a casa y disfrutar de ellas aquí.
Otro mes de abril para disfrutar del huerto y el jardín. Las cerezas ya asoman. ¿Cuántas de éstas podremos saborear?
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