Y ya que estamos confinados, que buen momento para dedicar un ratito a esas compañeras silenciosas que intentan, con su presencia, hacernos más agradables estos días. Estas que vemos abajo son maravillosas, por su color y tamaño, pero no hace falta que sean tan grandes. Simplemente la combinación de varias pueden transmitirnos esas buenas vibraciones que necesitamos ahora.
El primer consejo que os doy es que seáis cuidadosos con el riego, es la principal causa de muerte de las plantas de interior. Regad sólo cuando notéis que es sustrato está seco, poniendo un dedo encima de la tierra y presionando lo sabremos. Si se pega la tierra, no hace falta regar. Si la tenéis en un cubremacetas o sobre un plato para recoger el agua sobrante, vigilad que no esté demasiado tiempo en contacto directo con el agua.
La luz también es muy importante. Buscad un lugar bien iluminado, pero que no deje pasar directamente los rayos de sol. Una cortina o un panel nos pueden ayudar a tamizar la luz.
Cuidado con las corrientes de aire, también son mortales. Un rincón, el final de un pasillo, ... pueden ser lugares ideales. Si has tenido una planta protegida en el invierno, no la saques al exterior o a la luz de golpe, hay que ir acostumbrándola poco a poco a los cambios. Sin brusquedad.
También es interesante ir dándoles una vuelta de vez en cuando para que reciban la luz homogéneamente y por todos lados. Ya sabéis que la buscan y acabarán inclinándose hacia el lado de donde venga.
Si tenéis las plantas en una habitación con calefacción, necesitarán más riego que si no la tenéis.
Un buen fertilizante líquido, específico para plantas de interior y administrado quincenalmente con el agua de riego, sería suficiente para proporcionarles el alimento indispensable. Pero si queréis llegar aún más lejos podéis combinarlo con un abono de lenta liberación que, según los casos, puede tardar en consumirse hasta tres meses.
Una vez al mes remueve la tierra con cuidado para romper la costra y que penetre mejor el agua y el oxígeno.
Si ves que tu planta de interior no crece mucho puede ser que necesita que la cambies a una maceta nueva. Lo puedes comprobar mirando la parte de abajo del recipiente. Si tiene alguna raíz que sobresale por los agujeros de drenaje necesitas pasarla a un tiesto un poco mayor.
La mayoría de las plantas de interior necesitan de vez en cuando salir al exterior. Buscad un sitio ventilado pero sin corrientes de aire, con la temperatura y la luz adecuadas y veréis como cuando vuelvan a su lugar dentro de casa su aspecto será más saludable y vivirán mucho más tiempo.
Los helechos y las plantas de origen tropical necesitan una temperatura y humedad adecuadas. Es muy eficaz pulverizar las hojas con agua o ponerlas sobre unos guijarros en un plato con agua, así recrearemos el ambiente adecuado para que crezcan sanas y fuertes.
En el interior se les puede acumular polvo en las hojas. Para mejorar su respiración y su aspecto podéis pasar un paño humedecido en agua. No utilicéis ni sprays ni ningún truco raro como cerveza.
Si tenéis varias plantas metidas en una cesta o en un centro, cuidado. La combinación suele ser preciosa pero tarde o temprano se manifiestan sus distintas necesidades en cuanto al riego. Lo ideal es ponerlas juntas en el recipiente pero cada una en su tiesto. Así todas podrán regarse de forma adecuada.
Las plantas de interior más resistentes y que necesitan menos cuidados son: la tradicional aspidistra; el espatifilo, con foto abajo; las cintas, muy fuertes y bellísimas y el potos.
Los cactus y las crasas también pueden estar en el interior siempre que estén en un lugar soleado y teniendo cuidado con el riego.
Espero que os ayuden mucho estos pequeños consejos y ya sabéis que no es necesario un jardín para disfrutar de nuestras plantas. Buena semana y gracias por vuestra lectura.
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