Ese es el nombre científico de la planta de interior conocida como anturio o capotillo. Con ella inicio una serie de entradas en las que veréis varias plantas de interior que, aunque parecen muy exóticas y difíciles de cuidar, no lo son tanto.
Quiere mucha luz, pero nunca directamente del sol, pues se quemaría. Yo los tengo en un patio de luz pequeño donde sólo entra el sol, directamente, en los meses de junio a agosto y sólo unas horas. La temperatura tiene que ser lo más uniforme posible, sobre todo en el invierno, entre 15º y 29º. Eso es lo que dice su ficha técnica, pero os aseguro que en mi patio las mínimas son más bajas en invierno y las máximas más altas y sobreviven. Eso sí, cuidado con las corrientes de aire.
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Para que la humedad del aire sea alta pulverizo con agua sus hojas cada vez que riego, sobre todo en verano. Y sólo la pongo en el interior de casa en navidad, por sus flores rojas. Me parecen menos comunes que la flor de Pascua y por lo menos a mí, me duran más. Los míos están floreciendo casi continuamente y las flores duran semanas.
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Los abono con abono específico para plantas de flor, en primavera y verano dos veces al mes. Los trasplanto cada dos años, cuando veo que las raíces empiezan a salir por encima de la maceta. La próxima primavera les toca.
Os animo a que pongáis un anturio en vuestra vida. Buena semana y gracias por vuestra lectura.
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