A primeros de mayo y aprovechando un viaje a Madrid, decidimos acercarnos a esta ciudad para conocerla. Y como siempre dedicamos un tiempo a visitar sus jardines. El río Arlanzón, afluente del Duero, atraviesa Burgos del Este al Oeste y en su ribera, numerosos jardines, paseos y zonas nos permiten disfrutar de tranquilidad y también de sus edificios históricos.
Ese fin de semana hizo bastante frío y en la submeseta norte, como siempre, más. Pero apenas llovió y pudimos disfrutar del Paseo del Espolón, del parque de La Isla y de los jardines del Castillo.
No pude resistir la tentación de fotografiarme junto a este ejemplar de cedro realmente impresionante. Había muchísimos tipos de cipreses, cedros, magnolios, pinos, abetos, acacias, álamos, olmos,... y entre ellos joyas arquitectónicas románicas y monumentos-homenaje a personajes famosos.
Los plátanos de sombra del Paseo del Espolón no habían rebrotado aún. En verano deben proporcionar un sombra estupenda.
Los puentes sobre el río también merecen un comentario aparte. El puente de San Pablo , con sus figuras del Cid, de Doña Jimena, y de reyes castellanos, es el más representativo.
Espero que os haya gustado esta pequeña visita a través de mis fotos. Si tenéis ocasión os animo a que lo veáis en directo. Burgos es una ciudad que merece la pena visitar. Me despido deseándoos una estupenda semana y dando las gracias por vuestra lectura.
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