Llegó la primavera al fin. Marzo termina. El huerto y el jardín están cargados de flores. Da gusto dar un paseo por ellos. Las abejas tienen mucho trabajo y las hormigas también. Dos pequeños chaparrones han roto la rutina de sequía del invierno.
Los cerezos empezaron poquito a poco a mostrar las flores y ahora están a tope. Nuestro valle del Jerte particular.
Este año la glicinia ha florecido y cómo, se aprecia su aroma desde lejos.
Y los rosales están llenos de capullos que ya empiezan a abrir. Mis "refugiados" los primeros.
Espero que la entrada haya sido de vuestro agrado y os deseo una estupenda semana. Gracias por vuestra lectura.
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