Aunque son plantas discretas, con flores pequeñas, ocupan un lugar principal en mi jardín por su aroma.
No recuerdo haberme empeñado en sembrar o propagar estas plantas por mi jardín y al empezar esta entrada me he dado cuenta de que hay muchas, a cual más aromática, colocadas en lugares estratégicos.
La hierbabuena de arriba está al lado de las ventanas de la casa y cuando el viento la mueve o cuando llueve, nos llega su agradable olor.
El laurel ya hace tiempo que sirve para condimentar muchos platos en nuestra cocina.
La melisa o toronjil, pensé que había desaparecido, pero al comenzar la primavera y empezar a regar los arriates ha vuelto con un verde claro brillante y ese olor a limón tan rico.
El romero y la lavanda decidimos colocarlos al lado de la fosa séptica para usarlas de pantalla y para neutralizar algún olor desagradable. Aquí están muy pequeños porque este año las he podado mucho , que les hacía falta. Los restos de la poda los hemos disfrutado en la chimenea, las últimas veces que hemos encendido el fuego.
El orégano fue el último en llegar, unos cachitos nada más, pero como es resistente se ha hecho una mata bien hermosa. Le dará buen sabor a las pizzas y a las aceitunas de verano.
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